sábado, 28 de abril de 2007

LIBRO DE CLASES


La anotación en el libro de clases de aquel octavo año básico dice así: “El alumno realiza gestos y voces imitando un orgasmo”. Tal cual. A quienes lo comentamos nos vino inmediatamente la escena de Sally y aquel restaurante y su fingida explosión sexual, y la cara de aquella vecina de mesa que mirando incrédula al mozo le pide que le lo mismo que le dio a ella.

He visto anotaciones de todo tipo, de aquellas sencillas y básicas como “se pone de pie”, “conversa en clases”, “le tira un papel a un compañero”; hasta algunas que recuerdo de una mayor complejidad producto de la conducta observada. La más celebre que recuerdo se produjo el año 1997, en un colegio de La Pintana. La observante, la profesora de francés, mujer del director del colegio en cuestión. El relato consistía en la serie de pasos que dio un pequeño pero esquizofrénico alumno junto con su silla hasta llegar al lado de la carcamelesa (*) maestra. Resultado: un eructo en la oreja. Producto final, el alumno expulsado.

Quero decir que sólo una ves he anotado a un alumno: “pato yañez” de un mocoso en la escalera de un segundo piso dirigido a todas las mujeres de un curso.

La ultima es de uno de mis mejores amigos: “La alumna sale de la clase sin permiso golpeando la puerta violentamente, vuelve y grita ándate a la cresta viejo conchetumadre, sale de nuevo de la sala, vuelve y grita ándate a la cresta viejo maricón” Obviamente el profesor se sintió ofendido. Nunca le habían dicho viejo. Nos vemos.

(*) Vieja, anciana.

Si recuerda alguna célebre anotación coméntala. Vale la pena.

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