El año pasado en el mes de octubre tuvimos la posibilidad de entrevistar a Marcelo Trivelli. Hoy que el ex Intendente esta de candidato presidencial creo que es necesario traer a la memoria sus opiniones.
Trivelli, querido u odiado, pero nadie, nadie queda indiferente a su estilo de liderazgo, su forma de enfrentar lo público y su capacidad, estemos de acuerdo o no, de decir las cosas como las piensa y las siente.Coyotes y correcaminos lo entrevistó por estos días, aquí sus opiniones y pensamientos.
¿Qué significa modernizar a un partido como la democracia cristiana en el día de hoy?
Significa ponerla al día en los temas de interés ciudadano. Significa dar respuesta a la demanda social de hoy a la luz de nuestros principios y valores. Significa cambiar la manera de relacionarnos entre nosotros. Finalmente significa abrir espacio a las nuevas generaciones.
En nuestra primera entrevista Juan José Santa Cruz manifestaba que el pensaba que la democracia cristiana tendería en un futuro mediato a ser un partido mas de adherentes que de militantes, ¿Que opinas de esto?
Los partidos políticos tienen que tener un proyecto país. Si el proyecto es bueno, atractivo y da respuesta a los grandes desafíos de hoy, da lo mismo si tenemos militantes o adherentes, van a llegar solos atraídos por un Chile mejor y se pondrán al servicio de la "causa" sin importar si son militantes o adherentes.El problema es cuando el partido, y me refiero a cualquier partido, se transforma en una agencia de empleos para sus militantes y por lo tanto, los que están adentro, quieren mantener cerrada la puerta a nuevos militantes para tener menos competencia por los pocos empleos que quedan en el aparato de gobierno.
En tu calidad de Intendente experimentaste lo que significa estar permanentemente en contacto con la gente y sus organizaciones, con sus preocupaciones y esperanzas ¿Cuál es tu valorización de esta experiencia, la de estar en contacto con la gente y sus temas? Y ¿cómo la democracia cristiana debería llevar a cabo este mismo proceso?
Valoro y agradezco la oportunidad de haber sido Intendente de Santiago. Fue una experiencia maravillosa por dos razones: primero, por haber estado en contacto permanente con las personas, conocer sus sueños y sus angustias y compartir sus preocupaciones y sus alegrías. En segundo lugar, a partir de ese contacto, haber estado en un cargo que me permitió colaborar para que esas personas, y los miles de personas anónimas, tuvieran una mejor calidad de vida.La DC debe abrir sus puertas y salir a terreno, sus militantes deben ser capaces de interactuar con su entorno, atreverse a asumir nuevamente los liderazgos locales y funcionales y si no lo pueden lograr, deben dar paso a quienes si tienen ganas y posibilidades de lograrlo.
Tu impusiste un estilo de liderazgo nuevo y fresco al interior de la democracia cristiana, que va de frente y que dice las cosas a la cara, ¿piensas que estos estilos de liderazgo son los que un partido como el demócrata cristiano debe llevar adelante para los nuevos desafíos que depara la política nacional?
Dar la cara, decir la verdad y cumplir la palabra, son esenciales en política, es la demanda ciudadana. Nada sacamos si seguimos, como partido, encerrado entre cuatro paredes. Cuando yo ingresé a la DC a fines de los años sesenta siendo muy joven, los democratacristianos daban testimonio y eran un ejemplo de vida en su comunidad. Hoy parece que estamos más preocupados de administrar el poder que nos queda en vez de ser conductores del cambio para una sociedad mas justa.
La última consulta, ¿cuáles son las tres tareas que la democracia cristiana debe llevar a cabo para enfrentar los próximos diez o veinte años en la política nacional?
Primero: En Chile cada día el poder está más concentrado en muy pocas manos. Hay que avanzar en políticas de redistribución del poder. La sociedad se organiza en forma jerárquica y por lo tanto tenemos que avanzar en evitar el abuso por parte de los poderosos. Tenemos que hacer un esfuerzo gigantesco para aumentar el capital social en nuestra sociedad. La concentración del poder y el abuso de los poderosos van debilitando a la sociedad y la van haciendo más pobres tanto en lo material como en lo espiritual.Segundo: Tenemos que crear una red de protección social eficiente, y en paralelo generar las oportunidades de emprendimiento, progreso y éxito para todos. Si en ese proceso se caen o fracasan, tiene que haber una red que los proteja y evite que caigan en situación de pobreza. Construir una gran escalera de oportunidades de innovación y una red para protegerse de las caídas. Atreverse a apoyar y valorar a los exitosos evitando que abusen del poder adquirido en ese proceso.Tercero: Cambiar el paradigma de una sociedad que crece y se desarrolla en base ala producción y explotación de recursos naturales, por el nuevo paradigma de nuestra época: crecer y desarrollarse sobre la base del conocimiento y los servicios. Para ello debemos estar convencidos de jugarnos por la educación en todos los niveles. Necesitamos una gran revolución del sistema educacional en Chile y no solo mejoras marginales.